La “muy crítica” situación económica que atraviesa el Ayuntamiento de la Jana, según la define su alcalde, Domingo Tolós, ha provocado, en los últimos días, un conato de rebelión en la Societat Musical Santa Cecília, que por el momento ha sido sofocado.

La banda local anunció en una carta antes de Semana Santa que se negaba a tocar como medida de presión debido a la retirada de la ayuda de 1.300 euros que históricamente habían recibido del consistorio. Finalmente, tan solo dejaron de acudir a la romería a la ermita de la Mare de Déu de la Font de la Salut, y ahora las conversaciones han permitido que ambas partes pacten una tregua.

Sin embargo, la quiebra de las finanzas municipales hace que no se puedan descartar más situaciones incómodas para las que el primer edil asegura estar “preparado”. De todos modos, advierte, en referencia al anterior alcalde, Joaquín Lladser, que “habrá algunos que querrán usar políticamente nuestras medidas”.

Según la versión del equipo de gobierno, la deuda reconocida por la Conselleria de Hacienda es de 600.000 euros --cantidad similar al presupuesto del pueblo--, “pero hay facturas por pagar que elevan la cifra hasta los 950.000 euros”. Y en esta situación “lo esencial es pagar servicios básicos y recibos”, apunta el munícipe de Compromís, cuyo pacto con el PSPV desbancó al PP de la alcaldía en las últimas elecciones.

Es por ello que el ejecutivo local ha suspendido todas las subvenciones a entidades locales, entre las que se encuentran la peña taurina o el club de fútbol. Además, el presupuesto para fiestas es mínimo, y “tendrá que cubrirse con los ingresos de las barras”. Para evitar más conflictos, el consistorio informará trimestralmente a la ciudadanía sobre la situación económica y publicará cada año un informe sobre la evolución de la deuda municipal. H