Burriana no seguirá la tónica dominante del resto de municipios de la provincia y no reducirá cargas impositivas en el 2018. El equipo de gobierno, con los votos a favor de PSPV, Compromís y Se Puede, aprobó en pleno congelar los impuestos municipales y las tasas, a excepción de la de recogida y tratamiento de residuos sólidos urbanos, que subirá por tercer año. Los grupos de la oposición criticaron duramente esta decisión.

La edila de Hacienda, Cristina Rius, destacó que han «dejado igual todos los impuestos municipales y no se pagará más dinero el próximo año» y sobre la tasa de basuras apuntó que el incremento es «para ajustarla al IPC y a las inversiones acordadas en el 2012».

Rius añadió que los «cambios y mejoras en las ordenanzas fiscales responden a criterios de carácter social y tienen el objetivo de que los vecinos participen y se beneficien de los servicios municipales».