Máxima alerta por el brote de la enfermedad de la sarna en las cabras hispánicas que amenaza con entrar en la provincia de Castellón a finales del próximo año. La Conselleria de Medio Ambiente ha establecido un plan de acción ante esta problemática que conllevaría, entre otros efectos negativos, que no se pueda cazar durante 10 años este animal salvaje en Els Ports, como avanzó días atrás Mediterráneo.

Hasta el momento, se ha desarrollado con éxito la primera fase del protocolo a seguir, sin ningún caso detectado en la provincia. Por el contrario, en los territorios vecinos conocidos como Els Ports de Tortosa y Beceite, en el triángulo fronterizo entre Castellón con Tarragona y Teruel, se han abatido a 75 ejemplares afectados por esta enfermedad mortal y de fácil contagio entre las cabras hispánicas.

Los siguientes pasos ya están en marcha, tras las previsiones pesimistas de los actores afectados. «La entrada de la sarna es imposible de frenar», advertía el cazador Juan Manuel Villuendas. Por ello, Medio Ambiente ha celebrado reuniones con los 36 cotos implicados que están en la frontera de 25 kilómetros de la línea de acción. Cada finca elegirá a un grupo de entre tres y cinco personas, en principio, todos cazadores, para en 25 días pasar a actuar. En las diferentes reuniones se han abordado los detalles de esta enfermedad, la epidemología y el protocolo a seguir en esta situación extrema.

Las fases establecidas tienen en cuenta la experiencia previa que se vivió en la reserva de la Muela (Valencia), entre el 2001 y 2008. Se vieron afectados 1.100 animales que se cazaron en siete años.

4 fases // La primera fase, que se ha realizado ya en Els Ports, es la del conocimiento de la enfermedad. Posteriormente, la de control de la plaga, incluyendo los abatimientos de cabras sospechosas. La tercera es el tratamiento con pienso o sal con medicación y la última es la de observación y análisis de los datos extraídos.

Para cumplir estas etapas, además de la colaboración de los cazadores de la zona, los agentes medioambientales participan en la visualización y detección de los animales y su abatimiento.

Unas medidas para intentar frenar esta epidemia que desafía con una década sin caza de cabras hispánicas en la zona. Las pérdidas económicas serían mayúsculas por el dinero que arrastra esta modalidad cinegética. H