La niña de Torrechiva que estudia en el colegio Pío XII de Onda no podrá subir hoy al minibús escolar que la llevaba a clase. Así se lo comunicaron desde la empresa que presta este servicio a la madre de la pequeña, Cristina Amela, ayer por la tarde. «Me ha dicho el gerente de la empresa que les han informado de Conselleria de Educación que les prohíben que la lleven porque ellos lo pagan y no tenemos la beca», indicó ayer Amela, muy sorprendida y descolocada ante la nueva situación.

Y es que el escenario que se le plantea es complicado. «Tengo el coche por arreglar y no puedo pasar la ITV, así que no puedo transportar a mi hija», señaló. Un problema que arrastra desde hace un tiempo y que la llevó a ponerse en contacto con la mercantil para, pagando, hacer uso de la única línea que hace parada en el colegio elegido. «Ahora no sé que hacer. Ni me han dado la posibilidad de pedir la ayuda, así que ni siquiera me la han denegado y creo que esto es ilegal», añadió.

El alcalde de la localidad Esteban Salas, tampoco entendía ayer lo sucedido. «La pequeña tiene que ir a clase y o yo o cualquier vecino la llevaremos», dijo.

Además, aprovechó para quejarse por la situación creada desde el Gobierno autonómico. «Los municipios pequeños luchamos para que la gente no se vaya y que vengan de fuera y luego suceden estas cosas». «Tanto que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, habla de medidas de repoblación, cuando llega el momento de dar mayores facilidades nos encontramos esto», lamentó.

JUSTIFICACIÓN

En referencia a este caso y antes de conocerse el veto a la estudiante, desde Conselleria justificaban que la familia debiera costear el autobús y el comedor porque «no puede pedir un colegio a la carta y pretender que se lo paguen». La madre de la menor denunció que su hija es la única de cuatro pequeños que suben al minubús para trasladarles a los colegios en Onda que abona el billete --24,50 euros a la semana, más los 30 euros al mes en gastos de comedor-- porque va al Pío XII en vez de al Miralcamp.

Fuentes del departamento que encabeza Vicent Marzà argumentaron que «no se pueden romper la reglas» marcadas desde el gobierno autonómico. «El Consell escolar municipal de Onda, con un informe de la inspección educativa, decidió el curso pasado que, a partir de éste, los niños que procedían de otros pueblos de la comarca irían al Miralcamp por considerar que es el más adecuado para ello, si bien se respetó que los que ya iban en ejercicios anteriores no cambiaran de centro», explicaron a este diario.