La Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio acometerá este mes las obras del enlace directo entre la autovía CV-10 y la carretera CV-20 en Onda. Así lo indicó ayer el alcalde, Ximo Huguet, tras reunirse con la titular del departamento, María José Salvador, y antes de visitar los trabajos del carril peatonal hasta la pedanía de Artesa y el vecino municipio de Tales.

De esta manera, los numerosos vehículos, especialmente camiones, que utilizan ambas vías dejarán de confluir en la rotonda y el acceso será inmediato, como estaba previsto desde el 2008. «Se trata de hacer realidad una reivindicación histórica, tanto de los ondenses como del sector cerámico», señaló el primer edil.

Al mismo tiempo ejecutarán la duplicación del carril de salida dirección València a Vila-real. La Generalitat invertirá 250.000 euros «para mejorar este nudo estratégico de acceso a la localidad», según indicó la consellera.

una rotonda // El mismo importe estiman que costará la glorieta en la intersección en T entre la CV-21 Onda-l’Alcora y la avenida Real de Extremadura, un punto negro en el que se registraron varios accidentes en el último año, uno de ellos mortal, el 24 de julio. Para ello la Conselleria iniciará la redacción del proyecto.

Huguet, el alcalde de Tales, Vicente Juan Prades Ramos, y el director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, visitaron junto a la consellera las obras del carril peatonal entre Onda y la pedanía de Artesa, y que continúa hacia Tales, junto a la CV-223, que une los tres núcleos urbanos.

El tramo entre Onda y Artesa, con una longitud de 1.100 metros, está a punto de acabar, con un coste de 265.000 euros, financiado con cargo a la partida de mantenimiento de carreteras. Un presupuesto similar tiene el ramal hasta Tales. Para culminarlo solo queda salvar un pequeño barranco al pasar el cruce del vial hacia Ayódar y Villamalur.