Al igual que hiciera la semana pasada el consorcio de la zona sur --Palancia-Belcaire--, su homólogo de la región norte aprobó una subida de la tasa de recogida y tratamiento de basuras de un 13%, que se traduce en un aumento del recibo en 10 euros al año por vivienda, tres menos que la ratificada por el órgano gestor sureño.

La entidad septentrional, que aglutina los municipios de las comarcas de Els Ports y el Alt y el Baix Maestrat, da luz verde así a una variación en la ordenanza que provocará que la factura anual que deban abonar los vecinos pase de 79,04 a 89,62 euros.

La modificación de este impuesto fue apoyada por mayoría de votos, aunque fue una abstención la que levantó más revuelo. En concreto, fue la del alcalde de Vinaròs, el socialista Guillem Alsina, que justifica su postura al no tener margen para valorar esta propuesta y poder explorar otras alternativas. «Nos abstuvimos simplemente porque creemos que no podíamos votar una medida de la que no estábamos completamente seguros porque no habíamos tenido el tiempo suficiente para estudiarla detenidamente», explica el primer edil, que recalca que pidieron un año de prórroga para aplicar esta tasa y buscar antes otras vías.

Tras el aumento, Alsina afirma que «hay que buscar fórmulas para intentar subsanar esta subida de 10 euros» cara al próximo año.

crítica DEL PP // Una vez trascendió el incremento de la tasa en la zona norte, el concejal y presidente del PP de Vinaròs, Lluís Gandia, que recrimina que esta medida es un «nuevo ejemplo de la nefasta administración de los recursos que hace la izquierda». «No podemos estar soportando que su mala gestión repercuta directamente en el bolsillo de los ciudadanos del norte de Castellón», reprochó el edil popular.

Para Gandia, esta subida del recibo «va en contra» de las políticas del PP, que se centran en «bajar impuestos» y una gestión «eficaz» de los recursos públicos. «Pensamos que el dinero donde mejor está es en poder de los vecinos», recalcó el concejal.