La habilitación de un área para autocaravanas en la partida Solaes de Benicarló ha generado, antes de entrar en funcionamiento, cierta controversia entre la ciudadanía a través de las redes sociales. Los más críticos con la actuación cuestionan la rentabilidad del servicio para las arcas municipales y consideran que la oferta entra en competencia desleal con los cámpings de la zona. Por otra parte, los defensores de la nueva infraestructura ven en ella un recurso más para atraer turismo.

La ubicación --en las proximidades del Barranquet, junto a la desembocadura de la rambla de Alcalà-- también ha provocado polémica. De hecho, cuando el consistorio anunció la intención de crear el espacio de descanso, Ecologistas en Acción de Vinaròs calificó el proyecto de «despropósito y una temeridad». Desde la entidad argumentaron que el terreno es «inundable y peligroso» y recordaron que el Plan de Acción Territorial de Riesgos de Inundaciones en la Comunitat Valenciana (Patricova) «clasifica la zona escogida de riesgo».

La alcaldesa de Benicarló y, a la sazón, responsable del área de Urbanismo, Xaro Miralles, ha salido al paso de las críticas indicando que «lo único que se ha hecho es urbanizar el vial 29 del plan parcial Solaes, una actuación que ya estaba contemplada en su homologación». Y apunta que los trabajos se han efectuado «aprovechando que los Poys 2016 obligaban a realizar obras en núcleos diseminados». «Desde el departamento de Urbanismo creímos conveniente acondicionar esa calle y habilitar una zona de aparcamiento de autocaravanas porque es una reivindicación de las plataformas de usuarios de este tipo de vehículos y será un servicio turístico más», explica.

En cuanto a la posible competencia con los cámpings, Miralles aclara que no existirá, pues «en ese punto no se puede acampar, solo estará permitido aparcar». La actuación, adjudicada a la mercantil Aglomerados Los Serranos, cuenta con un presupuesto total de 53.995,28 euros, financiado al 50% por la Diputación de Castellón y el Ayuntamiento.