Los mayorales de la fiesta de Sant Antoni de Alcalà de este año han culminado los actos relacionados con el patrón de los animales. Por la mañana, la parroquia de San Juan Bautista albergó la misa mayor, seguida de la procesión por las calles de la ciudad. Tomaron parte en ella una gran cantidad de mascotas, de la mano de sus propietarios, además de caballos, carros y vehículos agrícolas.

Tras partir de la plaza de la Iglesia, la comitiva se desplazó hasta las calles Tremedal y Hospital, cuyos vecinos han sido los encagados de la organización en este año. Una veintena de familias han ejercido estos días de mayorales, coordinando las jornadas taurinas del viernes y el sábado, y preparando el reparto de coques, pastissets y rotllos para los integrantes de la procesión que ha dado el punto final a esta fiesta. En el recorrido también han tenido parte activa los mayorales del 2017, pertenecientes a las calles próximas de la estación, que tienen por delante doce meses para llevar a cabo los preparativos.

Por el momento, la fiesta de Sant Antoni en Alcalà tiene asegurada su continuidad hasta el 2018. Para el 2019 no existen vecinos que hayan mostrado interés en tomar el relevo, por lo que se hizo un llamamiento para mantener la tradición. El próximo fin de semana, la fiesta se traslada hasta el núcleo de Alcossebre. H