Un total de seis espigones serán los que Costas construirá en la costa de Almenara con el fin de proteger el frente litoral de los temporales y la regresión marina. Así ha sido trasladado por el Jefe del Servicio Provincial de Costas, Fernando Pérez Burgos, al subdelegado del Gobierno en Castellón, David Barelles; y a la alcaldesa de la localidad, Estíbaliz Pérez, en el transcurso de la última visita institucional a las obras de emergencia llevadas a cabo en el municipio para reparar el paseo marítimo y las playas. La solución también beneficia a la zona sur de la Llosa, por cuanto se trata de una solución conjunta.

Según la información trasladada desde el Ejecutivo central al Ayuntamiento de Almenara, «el proyecto se encuentra ya en plena tramitación ambiental». Y añaden que se plantearon varias alternativas, y de la valoración realizada, «se concluye que la mejor, que cumple con los objetivos funcionales del programa, es la alternativa A8, por lo que se elige esta como base de partida para la solución final, porque es la que genera impactos ambientales y paisajísticos muy moderados».

GRAVAS // Además de la construcción de los espigones, el plan contempla el aporte de unos 165.000 m3 de grava procedente de ramblas, con el que se pretende lograr un equilibrio en el perfil de la playa. Paralelamente, se incluye una intervención periódica cada cinco años en la zona de la gola de Queralt para renovar las gravas que allí se acumulan.

En lo referente a la cuestión medioambiental, se prevé que las obras se ejecuten sin afección alguna a la microrreserva existente. Una afección que tampoco se extenderá a los litorales de Sagunto y Burriana, para lo cual se propone que no se hagan aportes de material entre la batería de espigones y la gola de Queralt.

«Los trabajos de regeneración de la costa sur de la provincia comenzarán por Almenara porque así lo aconsejan todos los estudios ambientales, para después desplazarse hacia el norte», explica el subdelegado del Gobierno en Castellón, David Barelles.

MÁS PLAYA // Barelles hace hincapié en que la construcción de los seis espigones en cuestión «permitirán, prácticamente, duplicar la franja de playa, de manera que se pasará de los 35 metros de media actual a los 50 metros a disposición de los bañistas».