La próxima construcción de un tanatorio en la avenida Diputación en Moncofa ha generado un importante malestar entre un gran número de vecinos de la zona por lo que consideran «un abandono por parte del Ayuntamiento en su obligación por defender el bienestar de los ciudadanos».

Aida Pérez, en representación de la agrupación de residentes de este enclave, explica que «al enterarnos hace unas semanas que una empresa había pedido al consistorio los permisos para la construcción de un tanatorio debajo de nuestras casas, nos pusimos en guardia delante de esta incoherencia urbanística. No entendemos cómo es posible que un negocio como este, pueda habilitarse en el casco urbano, máxime cuando existen parcelas en polígonos del extrarradio, próximas al cementerio municipal».

De esta forma, el colectivo vecinal ha empezado a movilizarse para, afirman, «impedir esta construcción, que pretende llevar a cabo la empresa Tanatorio Erbase, SL». Unas protestas que arrancaron con la presencia de los afectados al último pleno de la corporación municipal y la recogida de firmas contra la ejecución del proyecto. Además, mantendrán contactos con entidades ciudadanas y partidos políticos para hacerles llegar su indignación por la implantación de este negocio bajo sus viviendas.

Todo indica que las medidas anunciadas por la plataforma tendrán una continuidad. «Seguiremos presionando por todas las vías posibles, porque a nadie le cabe en la cabeza que, hoy por hoy, le puedan construir un tanatorio que esté puerta con puerta de su casa», asevera Pérez.

Necesidad en la localidad

A nadie escapa que el crecimiento demográfico de Moncofa, con cerca de 7.000 habitantes en la actualidad, da fe de la necesidad de contar con este tipo de servicios funerarios. Y es que, en estos momentos, quienes requieren de un tanatorio tienen que desplazarse a la Vall d’Uixó o a Nules. De ahí que son muchos los vecinos que están de acuerdo con su implantación en la localidad, aunque en lugares relativamente alejados del casco urbano.

De ahí que los residentes afectados por el proyecto insisten en que no están en contra de este recinto, pero sí de que se ocupe para ello un local junto a casas. «Desde nuestros hogares solo tendremos vistas desagradables y eso no lo queremos ni para nosotros ni para nuestros hijos. El Ayuntamiento en su día debería de haber tomado nota, porque estoy segura que a ninguno responsable político le gustaría tener un tanatorio debajo de su vivienda», afirma la representante vecinal.

En concreto, el espacio en el que se quiere implantar el servicio funerario se encuentra en la salida del casco urbano en dirección al cementerio y, en su día, fue un salón para eventos, una característica que podría suponer un ahorro de dinero por parte de la compañía que gestionará el servicio, al contar con diferentes espacios ya habilitados.