Uno de los aspectos más preocupantes de la actividad ilegal del top manta es la referente a las conductas agresivas que muestran algunos de los manteros. Al respecto, un agente de la Policía Local fue agredido semanas atrás cuando se disponía a retirar de la circulación productos para la venta en la calle, mientras que días más tarde otro vendedor atacó a una vecina que hacía fotografías en el paseo marítimo. “Este año están más violentos”, asegura el concejal de Gobernación en Peñíscola, Alfonso López.

Y es que el pasado fin de semana, desde Agretur aseguran haber contabilizado a casi 200 manteros en un tramo de tres kilómetros. Algo que no solo afecta al incumplimiento de las ordenanzas municipales. “Más allá de la venta ilegal, está la imposibilidad de transitar por nuestro paseo marítimo, lo que provoca incluso accidentes de tráfico rodado con las bicicletas, y la pésima imagen que toda esta problemática genera”, afirman desde este colectivo. H