El grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Almenara pasa de tres a solo un concejal tras la marcha de los ediles Sergio Ferrer y Bruno Guirado. Dejan la formación, pero no el consistorio, y seguirán como no adscritos. Aseguran que la crisis se debe al malestar existente con la presidenta del PP local, Alicia Bañuls. Los dos fugados eran el portavoz y portavoz adjunto del grupo popular.

Ferrer y Guirado presentaron sendos escritos, al PP y al Ayuntamiento, para detallar la situación. Afirman no sentirse «representados, entendidos, ni apoyados por la presidencia del partido a nivel local». Recuerdan que Bañuls renunció a su acta «por los malos resultados en las últimas elecciones», por lo que asumieron «la portavocía y portavocía adjunta». Relatan que la dirigente «no solo no ha dejado trabajar con la mínima libertad a los componentes del grupo, sino que ha exigido documentación confidencial a los mismos (con el consiguiente incumplimiento de la legislación respecto a la obligación de guardar secreto sobre los temas a tratar)», como si fueran «pura mano de obra barata con el fin de alcanzar sus objetivos».

Opinan que para ser político, «merecer el respeto y la confianza de los votantes debe demostrarse con trabajo, esfuerzo, sencillez, humildad, honradez y dignidad». Lo que en el PP local, «por culpa de su presidencia», creen «que se carecen», concluyen.

26-M // En los últimos comicios municipales, del pasado 26 de mayo, los populares obtuvieron tres representantes, uno menos que en el 2015. El PSPV logró la mayoría absoluta con siete concejales, mientras que Compromís consiguió tres.