El sindicato CSIF califica de «tomadura de pelo» a los ciudadanos que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig; y el alcalde de Vilafranca, Óscar Tena, hayan incumplido «por enésima vez su compromiso de poner en marcha del servicio 24 horas en la SAMU» de este municipio. La ampliación fue anunciada en el 2016. Posteriormente, estaba prevista para el 2017. Fue pospuesta a este 2018 y, según ha podido averiguar la organización, «otra vez se queda en el cajón y no estará para el próximo agosto», tal y como prometió el primer edil vilafranquino «que, además, se permitió el lujo de decir que CSIF mentía por criticar los retrasos».

Ahora, desde esta entidad constatan que el último pliego de adjudicación de ambulancias de la Comunitat, que entrará en vigor el día 1 de agosto, «solo contempla para la localidad una SAMU de 12 horas, mientras que Morella tampoco tendrá el servicio, sino el actual Soporte Vital Básico, una ambulancia sin personal médico ni enfermería».

Con las pruebas en la mano y tras tres años de retraso, se refieren a «la falta de respeto que mostró el alcalde» y recuerdan que esta reivindicación sí se ha logrado en localidades del mismo signo político, como Torreblanca, y es un servicio reclamado hace años por CSIF para este municipio del interior.

El sindicato insta a los gobernantes a «poner el interés municipal por encima de los partidos» y ofrece su apoyo a las iniciativas que reclamen mejoras en la atención sanitaria en su ciudad.

La actual SAMU seguirá operativa de 9.00 a 21.00 horas y con un trayecto de 1 hora y 25 minutos hasta su hospital de referencia por lo que, por la noche, se incumple con la regla de la hora de oro, un principio por el cual «se ha de buscar por todos los medios que el paciente esté en el hospital dentro de los primeros 60 minutos, evitando así que disminuyan drásticamente sus posibilidades de supervivencia o de padecer secuelas graves» subrayan.