Las obras de construcción de la nueva rotonda de la avenida Barcelona de Benicàssim ya han concluido. Tan solo quedan pendientes algunas tareas de pintura y también de jardinería en el interior, según explicó ayer el concejal de Urbanismo, Carlos Díaz.

Con la creación de esta glorieta, de grandes dimensiones, se consigue eliminar un punto peligroso, el del cruce entre la Gran Avenida Jaime I y Barcelona, donde se ha producido algún accidente mortal. Se trata, además, de una zona muy transitada, especialmente en temporada alta, dado que conecta las áreas residenciales de las playas Voramar y l’Almadrava con el casco urbano y el resto de la localidad costera.

En el interior de la rotonda se ha respetado el arbolado. «También se ha rellenado con tierra todo el espacio y se creará una parte con vegetación nueva, reforzándola con más plantación», indicó el responsable municipal.

NUEVA CALLE // La intervención forma parte de las actuaciones de urbanización de las unidades de ejecución 16, 17 y 18. Asimismo incluyeron la construcción de un nuevo y amplio vial, cuyas reformas también han acabado.

La calle conectará en un futuro con la prolongación del bulevar, así como con las entradas a la N-340 y la AP-7, ahora liberalizada. En este vial se prevén parcelas de unifamiliares, terciarias y unifamiliares en hilera, recordó Díaz.

Todo parece indicar que el próximo paso por parte de la empresa encargada será el inicio de construcción de las viviendas previstas en este lugar, próximo al casco urbano y las playas.