La técnica constructiva de la arquitectura de piedra en seco ya es bien de relevancia local inmaterial, según publicó ayer el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana. Sin duda, este es el paso previo necesario para que estas tradicionales edificaciones logren el bien de interés cultural (BIC). El reconocimiento que otorga la Conselleria de Cultura permite avanzar en el inventario de las miles de construcciones y muros que existen en la provincia de Castellón, teniendo su principal referente en Vilafranca, donde está el Museu Obert de Pedra en Sec.

Algunas zonas donde las construcciones de piedra en seco se presentan con una altísima densidad y son verdaderos elementos estructuradores del paisaje. Destacan las áreas de Vinaròs-Sant Jordi, en el Baix Maestrat; Tírig-Catí-Albocàsser, en el Alt Maestrat; y Vilafranca-Castellfort. Se calcula que en la zona norte y en el interior de la provincia hay entre 15.000 y 20.000 casetas construidas con esta técnica. En pueblos como Tírig, Vilafranca, Ares y Benafigos habría censadas unas 1.000 construcciones en cada una de las localidades. Vistabella cuenta con 710.

EL PROCESO // El reconocimiento de la piedra en seco implica realizar labores de identificación, descripción, investigación, estudio y documentación con criterios científicos; la incorporación de los testimonios disponibles en soportes materiales que garanticen su protección y preservación, así como la posibilidad de tutelar la conservación de sus valores tradicionales y su transmisión a futuras generaciones.

El alcalde de Vilafranca, Óscar tena, destacó ayer la importancia de este reconocimiento, tanto de las edificaciones como de los «arquitectos del mundo rural», que transmiten esta técnica constructiva de padres a hijos. «Inventariar todos los bienes está siendo costoso, porque hay miles y kilómetros de muros, pero nos está ayudando la Generalitat con becas. El reconocimiento es una paso importante porque protege estos conocimientos», señaló Tena. El primer edil agradeció la voluntad del Gobierno autonómico por poner en valor este patrimonio, «después de muchos años reivindicando su protección y promoción». El objetivo de los municipios ahora es que se potencie su conservación, así como su promoción turística.