El cura de la Vall d'Uixó salió de la iglesia este domingo hasta la plaza de la Asunción en un ambiente casi desértico por el estado de alarma decretado por el coronavirus y aprovechó el momento para bendecir a la localidad con el Santísimo y dedicarle unas plegarias.

"Impresionante, en el silencio de la ciudad, poder experimentar la presencia de Dios en estos momentos de miedo y de dolor", comentó el religioso tras este íntimo acto.

El mismo tuvo lugar tras oficiar la misa de hora del domingo, que tuvo en cuenta las diferentes medidas indicadas por las autoridades sanitarias.