En el pleno de investidura que se celebrará este mediodía en Nules cada partido votará por su propio candidato, salvo sorpresas. Eso se desprende de la falta de acuerdo entre las principales fuerzas políticas, que ayer ratificaron que no hay ningún pacto, ni posibilidades de que esa realidad cambie en cuestión de pocas horas.

Así las cosas, al liderar la lista más votada, David García volverá a ser alcalde del municipio, esta vez por Centrats en Nules (CeN) y lo hará con solo seis concejales. En la oposición tendrá a 11 (5 del PP, 5 del PSOE y 1 de Més Nules). Aunque cabe la posibilidad, nada remota, de que esa situación no perdure toda la legislatura, ni tan siquiera meses, porque a través de las redes sociales los de García persistieron en su intención de crear un «gobierno de consenso», que si bien no será posible, no quiere decir que no se alcance con alguno de los otros.

El portavoz socialista, Adrián Sorribes, se limitó a decir ayer que la asamblea de su agrupación, celebrada el jueves por la noche, lamentó que CeN no quisiera consensuar unas «propuestas claras plasmadas en un papel», porque «en el momento en el que se tiene la alcaldía, ya está todo hecho, no hay obligación». Pero no dijo ni sí ni no a la posibilidad de que ese pacto pueda alcanzarse tras la investidura. Para entonces, David García ya habrá logrado sus pretensiones: ser primer edil cuatro años más.

MOVIMIENTOS DEL PP / Donde se intentó garantizar la gobernabilidad hasta el último momento fue en el Partido Popular. Mario García llegó a proponer a Sorribes un pacto para compartir las responsabilidades de gobierno y gestión «y dar salida a la difícil situación económica por la que es evidente está pasando el Ayuntamiento y sobre la que CeN se ha negado a hablar y dar información antes de plantear cualquier acuerdo». La asamblea socialista rechazó la posibilidad, por la misma razón que lo hizo con la de CeN.