La carretera de Miravet, que une los municipios de Cabanes y Orpesa, vuelve a ser noticia, y no porque se haya subsanado su lamentable estado, precisamente. Ciclistas usuarios de este vial han denunciado la colocación de tachas en un tramo del vial y que han provocado el pinchazo de las ruedas de varios vehículos. Según explica un testigo, el jueves de la semana pasada, alrededor de las siete de la tarde, se encontraba haciendo una ruta en bicicleta con su hijo cuando, a un kilómetro del desvío de la ermita de les Santes, vieron un objeto punzante anclado al asfalto. Al acercarse, se percataron de que se trataba de una tacha «hecha artesanalmente» y «metida varios centímetros» de tal forma que, «aunque un vehículo pinchara, el punzón permanecería en la carretera».

Asimismo, apunta que, por el mismo tramo, había otro agujero pero que, en este caso, sin clavo, «por lo que se deduce que lo habría arrastrado algún coche», explica el testigo quien, al avanzar con la bicicleta se encontró con dos turismos parados tras registrar reventones. Uno de ellos, en dos de las cuatro ruedas. El ciclista, que había recogido la tachuela, se la dio a uno de los conductores para que pudiera aportar alguna prueba en el caso de que presentara una denuncia.

Fabricación artesanal// Según explica el ciclista que encontró las tachas, estas estarían fabricadas artesanalmente. «Era como una especie de caña de un centímetro o centímetro y medio de grosor a la que le habían afilado la punta con intencionalidad», apunta el deportista.

Asimismo, asegura que la colocación de estos objetos, no son solo peligrosos para los vehículos sino que, en el caso de los ciclistas, puede ser mortal. «Están colocados en una zona de pendiente en la que una bici puede bajar a 40 kilómetros por hora, velocidad a la que una caída puede acabar en tragedia», argumenta. Cabe señalar que los clavos están, precisamente, en el tramo cerrado al tráfico por la peligrosidad que presentan los baches.