Las labores de reparación de la pasarela de madera de la Marjal de Peñíscola, como consecuencia de actos vandálicos, van camino de convertirse en una actividad periódica. Transcurridos pocos meses de los últimos trabajos, el pasado junio, el área de Servicios ha tenido que reponer nuevas traviesas de las barandillas.

Como concretan desde el Ayuntamiento, la Policía Local denunció nuevos daños, por lo que desde el comienzo de la semana tuvieron que colocar más listones. El alcalde, Andrés Martínez, hace un llamamiento al civismo «para evitar que estas conductas sigan ocurriendo y tratar de concienciar a los ciudadanos de que mantener en condiciones este espacio único y singular es responsabilidad de todos», subraya. El primer edil añade que dejar en buen estado el paso por la zona húmeda implica un importante desembolso y destinar recursos al área de Servicios municipal.

Las medidas de reposición coinciden, a unos cientos de metros de distancia, con la retirada de la pérgola de madera flotante del Ullal de l’Estany, que en los últimos tiempos mostraba un considerable aspecto de degradación, tanto por el desgaste de las maderas como por la utilización inadecuada de ciertos usuarios. En estos momentos solo permanece la base, vallada para evitar el acceso, con el fin de evaluar las posibilidades de una rehabilitación de este espacio. Desde hace más de 20 años, esta instalación era accesible al paso desde la zona ajardinada que conecta el Ullal con la calle Mestre Bayarri.

LIMPIEZA / La Concejalía de Servicios y Medio Ambiente dirige desde el 1 de febrero las operaciones de limpieza y corte de cañas en la zona húmeda de la localidad. «Podemos llevarlas a cabo durante los meses en los que nos lo permite la ley, quedando exentos entre marzo y julio, cuando la legislación no lo permite», explica el edil Alfonso López. Los trabajos, que hacen uso de una barca del consistorio, tienen lugar cada medio año y van unidos a la retirada de suciedad y algas, que proliferan especialmente en las semanas cálidas del año.

Las restricciones en primavera son debidas a la necesidad de preservar los nidos de aves que tienen en esta zona su hábitat natural durante ese periodo.