Sorpresa y decepción. Estos son los sentimientos que se despertaron en casa de la dama de las fiestas de Almassora Sandra García al descubrir, el domingo, que alguien se había llevado dos pañuelos del manifest.

«Estaban detrás de un sofá porque, aunque primero los puse fuera, no me gustó demasiado y los aparté. Cuando fuimos a desmontarlo todo nos percatamos de que, de los tres que teníamos, solo habían dejado el bordado con el nombre de mi hija», explicó ayer a Mediterráneo su madre, Mari Carmen Moreno.

Para los que piensen que pueden haberse perdido matiza que «los he buscado por toda la casa y no hay ni rastro». Y resalta que no tiene sospechosos. «Desde el pasado lunes y hasta el viernes recibimos a mucha gente, algunos era conocidos pero otros no y es imposible recordar las caras», reconoció. «Mi madre sí que me dijo que alguien le pidió ver un traje por detrás, justo donde estaban, pero no sabe quién fue ni si tiene algo que ver con esto», apuntó.

Lo que sí que tiene claro es que no denunciará lo sucedido de manera oficial. Y argumentó que «no es que tengan gran valor, pero lo que nos ha pasado da rabia».

Tras conocerse el caso en las redes sociales fueron muchas las personas que se posicionaron. El malestar es generalizado, pues acciones como estas traicionan la confianza de unas familias que abren su casa a los ciudadanos.

Además de los manifests que reina y damas hacen en sus propios hogares, el pasado fin de semana, en el Espai Mercat, los almazorenses pudieron conocer algunos de trajes que las representantes de la ciudad lucirán en las ya inminentes fiestas patronales.