Las operaciones de derribo en la antigua zona comercial de la urbanización Peñíscola Playa comenzarán a finales de esta semana. Así lo han confirmado a Mediterráneo fuentes del consistorio y la empresa adjudicataria de las obras. La labor es el resultado de un mandato judicial, que tiene como origen un exceso de volumetría en este residencial.

Las resoluciones de los tribunales en las últimas instancias confirmaron la obligación de recuperar la legalidad urbanística mediante la desaparición de las tiendas y restaurantes. Con ello se puso fin a un largo proceso que tuvo como precedentes más recientes la orden de clausura de las actividades que todavía se desarrollaban en este espacio --en la primavera del 2018-- y el precinto de los locales en los primeros días de este año. Estaba previsto que el derribo tuviera lugar antes de Semana Santa, pero la renuncia de la empresa contratada en un primer término provocó un retraso, hasta adjudicar de nuevo. Finalizada la moratoria de obras estival en Peñíscola, llega la ejecución de la sentencia.