Encontrar restos históricos bajo las calles de Mascarell era bastante probable, como se ha evidenciado desde que se iniciaran las obras de repavimentación del recinto amurallado. Es el caso del hallazgo realizado hace unos días, cuando en las tareas de retirada del asfalto, los operarios dieron con la base de un muro en uno de los viales junto a las antiguas escuelas, por lo que requirieron de la intervención del arqueólogo encargado de la supervisión de los trabajos que se están desarrollando en el anexo de Nules, catalogado por la Dirección General de Patrimonio como Bien de Interés Cultural (BIC).

Hasta el momento, se han descubierto «pies de edificios remodelados en época contemporánea», aunque resulta «difícil cuadrarlos en cronología y utilidad» porque «están arrasados por las construcciones posteriores y prácticamente no cuenta con estratificación». Con todo, José Mª García, técnico de Arqueòlegs CB, precisó ayer que con toda probabilidad podrían datarse entre los siglos XVII y XVIII, «lo más común en este tipo de obras».

Relevancia científica

De los hallazgos realizados hasta el momento, el ya mencionado junto a las antiguas escuelas es el más significativo, porque traza la disposición de un muro e incluso de un pozo. Se especula con que pudiera ser de un antiguo edificio municipal que fue «retranqueado por la adecuación estilística propia de Regiones Devastadas» a quien pertenecen las edificaciones existentes en la actualidad.

El procedimiento habitual en estos casos consiste en dejar constancia documental, «porque todo tiene relevancia científica e histórica» y, a continuación, dependiendo del estado de conservación, se eliminan o se cubren. Si los restos tuvieron un valor arqueológico o artístico, se notificaría a Patrimonio, que determinaría qué hacer con ellos.