La capacidad de adaptación toma el relevo a las infinitas muestras de solidaridad que han mostrado los vecinos de Alcalà de Xivert durante el confinamiento y facilita el camino de transición hacia la bautizada como 'nueva normalidad'.

El alcalde del municipio, Francisco Juan, reconoce que "los vecinos han sido un ejemplo de responsabilidad y también de generosidad, al implicarse en muchas iniciativas solidarias, tanto a nivel particular como por parte de empresas locales".

Y es que, las acciones que se han llevado allí desde el inicio de la pandemia son diversas y numerosas: la Asociación de Caza La Atalaya realizó una compra de material de protección que proporcionaron a los agentes de la Policía Local y el equipo de Servicios Sociales, que velaban por todos durante las jornadas más duras. También el agente de la Guardia Civil Raúl Delgado, integrante del colectivo Makers Baix Maestrat, hizo una donación de viseras protectoras confeccionadas con impresoras 3D a los trabajadores municipales.

No faltó la implicación de los vecinos a nivel particular. La Associació de la Dona Gaspatxera y muchas vecinas cosieron mascarillas de tela, en las primeras semanas de la crisis cuando todavía no había abastecimiento de mascarillas de protección, que se repartieron a personas integrantes de colectivos de riesgo del municipio.

Tampoco de los restaurantes, que hicieron lo que mejor saben, como es preparar de forma voluntaria y totalmente altruista comidas y cenas para los profesionales que debían seguir desarrollando su labor durante los fines de semana, como Policía Local, profesionales de los centros de salud y Guardia Civil.

Gestos que ayudaron a combatir "la preocupación lógica motivada por la crisis sanitaria" y a los que se sumaron otras acciones impulsadas desde el consistorio "para facilitar la vida a nuestros vecinos como la puesta en marcha de un servicio de atención psicológica, ayuda para trámites telemáticos a realizar con las administraciones o el servicio de reparto de medicamentos y alimentos a domicilio, para colectivos de riesgo o personas con movilidad reducida", detalla el primer edil.

Aunque este lunes la localidad avanzará a la fase 2 al mismo tiempo que el resto de la provincia de Castellón y la Comunitat Valenciana, Alcalà fue una de las primeras en entrar en la fase 1 al pertenecer al Departamento de Salud de Vinaròs, lo que "supuso un alivio importante, sobre todo para establecimientos comerciales y de hostelería que, hasta ese momento no estaban abiertos, y han podido ir recuperando su actividad adaptándose a esta nueva realidad", explica Juan.

Uno de estos establecimimientos hosteleros es el restaurante Can Roig de Alcossebre. "Estamos teniendo muy buena acogida de la gente, especialmente en fines de semana", comentan Amanda García y Dani Roig, propietarios del local. "Nos hemos adaptado a todas las medidas de prevención y cumplimos con la distancia de seguridad", añaden sobre la adaptación que han tenido que realizar.

"En líneas generales, los vecinos están concienciados de que deben cumplir con las normas de seguridad para evitar la propagación", remarca el munícipe.

Ahora, aguardan a la llegada de la fase 2 este lunes, que "supondrá un avance importante sobre todo para los numerosos negocios de hostelería con los que cuenta el municipio", aunque piden desde el Gobierno local "indicaciones claras y precisas del Ejecutivo central sobre normativas y medidas a aplicar en los siguientes escenarios", señala Juan.