A la espera de que la Dirección General de Costas --el servicio provincial carece de competencias-- mueva ficha para exonerar a los chiringuitos de la tasa por ocupar el dominio público-terrestre, el Ayuntamiento de Burriana asume con fondos propios el pago de esta cuota que tienen que afrontar los dos establecimientos de la localidad que se ubican en la arena para facilitar su puesta a punto. Especialmente a partir de este sábado, cuando el consistorio reabre al baño las playas.

La alcaldesa, Maria Josep Safont, asegura que ya se ha puesto en contacto con otros ayuntamientos para exigir a nivel nacional a Costas que condone el canon y permita la ampliación de terrazas a los chiringuitos situados en dominio marítimo-terrestre, concesiones que el consistorio ya ha hecho en aquellos que se asientan en terrenos de propiedad municipal.

Como ya publicó este periódico, Burriana estudia crear un frente común con otras localidades para que el Gobierno atienda la solicitud de estas medidas de alivio a los empresarios. Muchos de ellos ya han comenzado con el montaje de las instalaciones con la intención de poder iniciar la temporada la última semana de junio o la primera de julio.

Y es que, desde este sábado, vecinos y visitantes ya pueden tomarse el primer chapuzón en las playas de Burriana tras la puesta en marcha del servicio de socorrismo y la implementación de nuevas medidas de seguridad, como la instalación de estacas que servirán como guía para garantizar el distanciamiento social. Además, han instalado carteles informativos para indicar a los usuarios las medidas anticovid-19 que deben cumplir los usuarios.

Otra de las herramientas que usarán para controlar la capacidad será el izamiento de una bandera negra, cuando el aforo (limitado) esté completo; y una blanca, cuando tengan que desalojar la playa por algún motivo justificado. Además, la Policía Local contará con un dron para velar por la seguridad de todos los bañistas.