Almassora se despidió de una nueva edición de sus fiestas patronales en honor a Santa Quitèria de la mejor manera posible, con un balance positivo por la ausencia de incidentes de gravedad y con una cita gastronómica popular y multitudinaria, a la que se sumaron más de 700 comensales.

El Festival de la Paella volvió a convertirse en una de las apuestas seguras de la programación y suscitó el ambiente idóneo para una jornada de clausura a la altura de la participación registrada durante toda la semana. En el entorno de la carpa del Recinte Fester, los participantes en el evento demostraron su predisposición a aprovechar hasta el último minuto de unos días que, aunque están pensados para el disfrute de los vecinos del municipio, atraen a numerosos visitantes interesados por sus actos.

La de ayer fue una de esas jornadas en las que se compatibilizan diferentes tipos de propuestas, aunque la cultura ganó un peso indiscutible. Así lo corroboraron los usuarios de la Residencia Municipal de la Tercera Edad, que disfrutaron de una actuación flamenca a cargo de las alumnas de la academia Compassos de Castellón, o el público que acudió a la representación teatral del grupo Phoenix, que tuvo lugar en la casa de la cultura.

MÚSICA Y PIROTECNIA / Durante el día no pareció sentirse el final de fiestas hasta última hora de la tarde, con la actuación en la plaza Pere Cornell del grupo Las Divinas, un concierto en el que hizo acto de presencia la lluvia que llenó la zona del público del colorido de los paraguas.

Aunque está previsto que mañana se realice un balance oficial de los festejos, en el que participarán la concejala responsable de su organización, Isladis Falcó; el indentente principal de la Policía Local, Roberto Verdoy y el conceja de Seguridad Ciudadana, Roger Beltrán, ayer Falcó destacó la «ausencia de incidentes graves» y la recuperación del herido por asta de toro del miércoles.