El Ayuntamiento de Peñíscola procedió esta semana a la destrucción del material incautado a lo largo del verano procedente del top manta. Según la Policía Local, la cantidad total de objetos requisados de la vía pública es de «cerca de 10.000, por lo que el valor de mercado, en función de los precios a los que venden, ronda entre los 150.000 y los 200.000 euros». Operarios de la empresa encargada de la recogida de residuos cargaron los bultos en la sede del cuerpo policial, y con un camión acompañado de una patrulla los llevaron hasta la planta de tratamiento de Cervera para proceder a su eliminación.

La temporada turística, que estos días da sus últimos coletazos, estuvo marcada por el incremento de la actividad de los manteros en el municipio. Por esta razón, el pasado 7 de agosto se celebró una concentración en el paseo marítimo, en la que cerca de 40 comerciantes desplegaron sábanas blancas en el suelo y manifestaron su descontento con la situación, debido a la competencia desleal que esta modalidad de venta al margen de la ley crea en los negocios de la población.

La ciudad no solo ha tenido puestos de top manta por las noches, sino que este año se ha registrado una presencia constante a lo largo de toda la jornada en puntos tan céntricos como las inmediaciones de la oficina de turismo. Además, estuvieron presentes a lo largo de toda la avenida Papa Luna, con la consiguiente queja por parte de residentes, que denunciaron las dificultades para poder caminar en el paseo ante la elevada ocupación del espacio público.

SIN MÁS POLICÍAS / A esta situación se unió la imposibilidad, por parte de los destinos turísticos, de hacer contrataciones temporales de policías locales, debido a las reglas de la actual ley de coordinación de este cuerpo en la Comunitat. En el caso de Peñíscola, se acordó un paquete de horas extra por parte de la plantilla, por importe de unos 90.000 euros.