Abrir el patrimonio rupestre que esconde la provincia de Castellón a todos los castellonenses y permitir que puedan disfrutar de nuestro mejor legado es la razón de ser de un innovador proyecto que ha visto la luz con el apoyo de la Diputación de Castellón y la presencia del vicepresidente provincial, Andrés Martínez. Gracias a esta iniciativa, se ha convertido la Cova dels Rossegadors, en la Pobla de Benifassà, en un espacio de enseñanza del arte rupestre para personas con algún grado de discapacidad visual.

Para ello, esta pionera iniciativa ha adaptado las cuevas situadas en el entorno del Parc Natural de la Tinença de Benifassà a las necesidades de un colectivo que “hasta la puesta en marcha de este proyecto, no tenía la oportunidad de disfrutar de una experiencia plena a través del conocimiento del arte rupestre”.

Con este objetivo, el proyecto ha sumado a las visitas guiadas material de apoyo como representaciones de las pinturas en 3D con relieve táctil, siluetas imantadas en mural así como réplicas de utensilios tales como flechas, arcos o cerámica. “Haciendo más accesibles las pinturas rupestres a las personas ciegas o con discapacidad visual conseguimos romper barreras y que el patrimonio de esta provincia esté al alcance de todos”, ha destacado Martínez.