La Diputación de Castellón inició ayer la fumigación de las zonas costeras de marjal de la provincia por medios aéreos con el objetivo de prevenir la proliferación de mosquitos a causa de las fuertes lluvias registradas la semana pasada.

El organismo ha optado por realizar la actuación en todo momento por el aire «para que su efectividad sea la máxima posible, puesto que estamos hablando de un tratamiento que comprende una extensión de miles de hectáreas y que precisa de mucha celeridad para que no eclosionen los huevos», explicó la diputada de Medio Natural, María Jiménez.

Desde primera hora de la mañana de ayer, la empresa adjudicataria del servicio de fumigaciones realiza los tratamientos en las zonas anegadas comprendidas entre las marjales de Peñíscola y Almenara. Más concretamente, los vuelos se efectúan en aquellos emplazamientos naturales que cuentan con planes de vuelos autorizados por Conselleria, como Almenara, La Llosa, Moncofa, Burriana, Cabanes, Torreblanca y Peñíscola.

«Para que las fumigaciones den buenos resultados estamos utilizando un tratamiento biológico plaguicida totalmente respetuoso con el medio ambiente», detalló Jiménez, que añadió que se trata de un método basado en la bacteria bacillus thuringiensis, que se encarga de eliminar las larvas y los huevos de mosquito «con una efectividad del 98%». La previsión es que la mercantil encargada complete la intervención a lo largo de la jornada de hoy.

Acciones todo el año

Además, Jiménez destacó que el plan provincial contra los mosquitos «no solo desarrolla su actividad en los meses más calurosos, sino que se extiende a lo largo del año» e insistió en que «durante los 12 meses del año tenemos activo un sistema de vigilancia a pie de campo para detectar la presencia de larvas en zonas de agua estacada, lo que nos permite actuar de forma rápida, decisiva y coordinada, como así lo hemos hecho ahora».

Por su parte, el catedrático de Control de Plagas de la Universitat de València y encargado de supervisar la actuación, Ricardo Jiménez, comentó que «este tratamiento aéreo es mucho más eficaz que el terrestre porque con el mosquito de los marjales la velocidad es clave, ya que basta que transcurran tan solo 48 o 72 horas desde que están los huevos hasta que sale el adulto, así que hay que actuar inmediatamente».

«Vamos a aplicar mayor cantidad de producto para matar a la máxima población de mosquito posible porque el cero no existe en el control de plagas, técnicamente es imposible», matizó.

Mientras, el alcalde de Peñíscola, Andrés Martínez, declaró que «desde el Ayuntamiento venimos solicitando la fumigación aérea desde hace meses, así que la valoro muy positivamente, pese a que en primavera no se optase por ella».

Así pues, el munícipe de la Llosa, Ximo Llopis, agradeció al gobierno provincial «su apoyo en la lucha contra los mosquitos».