La fiesta ilegal convocada a través de mensajes de Whatsapp en las instalaciones de la planta de purines de la Diputación en Sant Mateu concluyó el pasado fin de semana tras más de 100 horas de rave ininterrumpida y una operación de la Guardia Civil para vaciar el entorno, en el que llegaron a congregarse más de 600 personas, muchas de ellas con sus caravanas. Concluido el incidente y el periodo navideño, la Diputación enviará hoy a técnicos de la institución para conocer el estado en el que ha quedado el lugar.

El diputado provincial de Desarrollo Rural, Santi Pérez, detalla que esta visita debe determinar si existen afecciones en el interior de las dependencias, sin uso desde hace años. Por el momento, está confirmado que la entrada de los asistentes supuso la rotura de las vallas de acceso, que ahora deberán ser reparadas.

Nada más tener conocimiento de los hechos, la Diputación interpuso una denuncia por la ocupación de un espacio de su propiedad. Aunque la fiesta concluyó, siguen las pesquisas para tratar de conocer la identidad de los organizadores y establecer las responsabilidades legales derivadas. A pesar de que tanto el representante de la administración provincial como la alcaldesa de Sant Mateu, Ana Besalduch, destacaron que la conclusión de la rave se saldó sin incidentes, incidieron a la vez en los riesgos que corrieron los participantes, al no contar con permisos.