La Diputación de Castellón intensifica las acciones contra los mosquitos para combatir los efectos de las fuertes precipitaciones registradas en los últimos días y las altas temperaturas. Así lo afirmó ayer la diputada de Medio Natural, María Jiménez, quien visitó la localidad de Vinaròs y recalcó que el gobierno provincial sigue apoyando a los ayuntamientos en este asunto, mediante labores de vigilancia en las zonas urbanas y la aplicación de tratamientos en las áreas no urbanas.

Durante su comparecencia conjunta con el alcalde, Guillem Alsina, Jiménez destacó que refuerzan los trabajos «porque ha llovido mucho más que cualquier otro año» que puedan recordar, y «el agua estancada y el calor componen la combinación perfecta para la proliferación de dípteros». También manifestó: «Todos tenemos que ir de la mano para intentar dar solución a un problema que no es específico de un pueblo concreto, sino que nos afecta a todos. Los mosquitos no saben de fronteras».

La diputada se desplazó a la capital del Baix Maestrat con motivo de la primera intervención ejecutada en zonas no urbanas de su término municipal, tras la reciente adhesión de este consistorio al plan provincial contra los mosquitos. El primer edil explicó que estas tareas servirán de refuerzo a las que practica la empresa contratada por el Ayuntamiento para áreas urbanas.

EXPERIMENTO // Por otro lado, María Jiménez anunció que la dirección técnica de la institución provincial, encargada de la lucha contra la plaga de esos insectos, ejecuta pruebas experimentales en Peñíscola con un tratamiento granulado. Se trata de una nueva forma de combatir el exceso de mosquitos que, si ofrece resultados satisfactorios, extrapolarán al conjunto del territorio castellonense. El insecticida granulado de lenta liberación tarda en disolverse y sus efectos se mantienen durante más días en los espacios con agua estancada.