Sant Jordi Un divertido y ‘accidentado’ Gran Prix puso ayer el punto y final a los espectáculos taurinos organizados con motivo de las fiestas de Sant Jordi. Becerros de la ganadería de Fernando Mansilla se encargaron de aumentar el grado de dificultad de la competición. Algunos de los participantes se llevaron más de un revolcón e, incluso, fue embestido uno de los que velaban por la seguridad. M. J. S.