Las instalaciones de Dolores Cortés en Vila-real comenzarán hoy a hacer realidad un proyecto que empezó a fraguarse justo con el inicio del estado de alarma, cuando desde el Ayuntamiento y el empresariado local se mantuvieron contactos para impulsar iniciativas que dieran respuesta a la emergencia sanitaria y social que ha vuelto del revés la realidad de los ciudadanos y del tejido industrial vila-realense.

SEMANAS DE TRABAJO / Como confirmaron ayer el alcalde, José Benlloch, y la propietaria de la afamada marca de confección de ropa de baño, Dolores Cortés, el equipamiento de la empresa va a ponerse a disposición de una red solidaria nacional para fabricar mascarillas higiénicas, «que será posible después de mucho trabajo, porque no es fácil lograr la homologación del material y conseguir la tela adecuada; es un proceso costoso que además va a suponer la transformación del sistema operativo de la fábrica», especificó el primero.

La suya va ser una intervención en tres vías. Una de ellas tiene que ver con la relación que mantiene la empresaria con la asociación nacional de diseñadores, que tras obtener la materia prima idónea se han marcado el objetivo de fabricar 70.000 mascarillas que se distribuirán a partes iguales entre el hospital provisional de Ifema y Cáritas; y, por otra parte, en la empresa de Vila-real «cortaremos la tela para proporcionarla ya lista para coser» a un grupo de modistas, costureras y sastres valencianos que quieren dar respuesta a una necesidad acuciante de escasez de elementos de protección. Por último, darán tela cortada a la red local de gente «buena y solidaria» que está cosiendo.