La plataforma creada en la Vall d’Uixó como consecuencia de la supresión de la exención en el impuesto de circulación para los vehículos de más de 25 años quiere que el Ayuntamiento se replantee una decisión que solo les ofrece como alternativa a pagar darlos de baja --temporal o definitiva--, pero sin apenas tiempo --el acuerdo se notificó en noviembre y hay que formalizar la baja antes de enero-- y sin tener en cuenta sus características singulares.

El de Joaquín Carero es un ejemplo extremo. Es titular de unas 30 motos y dos coches que no circulan más de 300 kilómetros al año. Las motos --las tiene casi 30 años--, no ruedan pero están dadas de alta. Aunque en menor medida, la de otros propietarios con piezas dignas de museo es básicamente igual a la suya.

¿HACERLOS HISTÓRICOs? / El impuesto sigue bonificado al 100% para los que cuentan con la calificación de históricos. Pero el tema tiene trampa, según los afectados. Realizar la tramitación para conseguir «el papel» puede llegar a costar unos 800 euros, porque exige la certificación de un ingeniero y una serie de «farragosos» trámites burocráticos. La diferencia fundamental para el dueño es que ese documento supone reconocer que el vehículo es un bien patrimonial y, por lo tanto, podría ser requerido por el Estado en cualquier momento. La mayoría no está de acuerdo con esa exigencia. «El coche es el mismo, porque si de contaminar se trata, contaminarían lo mismo antes y después de tener el papel», señalan desde la plataforma.

Comparado con los múltiples gastos de mantenimiento que generan, los 100 o 200 euros del impuesto podrían parecer poco, aunque casos como el de Joaquín rondarían los 6.000 por vehículos que apenas circulan. Por eso critican que en el Ayuntamiento «no se hayan informado de las consecuencias de su decisión».