La Conselleria de Educación ratificó ayer los 5,8 millones de euros para hacer realidad el colegio Jaume I de Vinaròs. Lo hizo con una resolución firmada por el propio conseller Vicent Marzà en la que delegaba las competencias en materia de infraestructuras educativas al Ayuntamiento de la localidad para impulsar la construcción del centro escolar.

El consistorio avanzó hace un mes algunos de los plazos previstos a la hora de ejecutar las reivindicadas instalaciones, formadas por aulas prefabricadas desde su nacimiento. El alcalde, Enric Pla; el concejal de Obras y Servicios, Guillem Alsina; y el de Medio Ambiente, Jordi Moliner, representantes de los partidos del equipo de gobierno, explicaron que, gracias a la inclusión de la infraestructura educativa en el plan Edificant, se desbloqueba una actuación de la que ya contaban con la memoria y los planos.

Del presupuesto global contemplado, 176.000 euros son para el presente 2018, mientras que en 2019 está prevista el 80% de la obra --4,5 millones-- y para el 2020 hay reservados 1,1 millones para concluir la esperada actuación.

La nueva infraestructura educativa se levantará en los terrenos del antiguo campo de fútbol Servol, junto al río, y ha acumulado retrasos desde su planificación, con el gobierno del PP en la Generalitat valenciana. Una situación que se ha prolongado durante esta legislatura, con el Pacte del Botànic. En concreto, las últimas previsiones más positivas apuntaban a un inicio de las obras en verano del 2017. Sin embargo, en una visita a la localidad en mayo de ese año, el secretario autonómico de Educación, Miquel Soler, reconoció que se aplazaban 12 meses debido a problemas de tramitación. El nuevo plazo sitúa a principios del 2019 las máquinas iniciando las labores en la parcela.