Los torneros, la danza más singular del rico folclore morellano que representa al Ayuntamiento, dio paso ayer al primer día festivo de los nueve que conforman las fiestas del 53º Sexenni. Así, los bailes, protagonizados por los jóvenes que nacieron entre los años 1993 y 1995, encabezaron el Retaule, un desfile por las calles engalanadas de la ciudad, en el que se integran todas las danzas folclóricas de la cita y los diferentes cuadros procesionales bíblicos, siendo el elemento principal de la celebración que deleita a miles de visitantes y vecinos del municipio.

Sus espectaculares saltos en el aire y sus indumentarias de reminiscencias florentinas no dejaron indiferentes a unos espectadores que quedaron impactados con tal despliegue artístico, que no dejaron de aplaudir a los pasos de la Corronquina, les Gitanetes, Teixidors, Arts i Oficis y Llauradors.

Sin embargo, otro de los eventos más importantes de ayer fue la apertura del Novenario en honor a la Mare de Déu de Vallivana, a cargo del Ayuntamiento y el Reverendo Clero, que atrajo a miles de personas. Por la tarde, la Solemne Procesión, que también acogió las danzas de los Torneros, se convirtió en el mayor símbolo de exaltación de las fiestas.

MOMENTO ÁLGIDO // La virgen lloró lágrimas de alegría y la lluvia comenzó a caer justo al inicio de la procesión de la tarde. No obstante, las gotas remitieron y todo siguió su curso, aunque media hora más tarde de lo previsto. En torno a la peana se congregan los principales elementos del imaginario festivo morellano: dulzainas, gigantes y cabezudos, los diferentes gremios, las peanas, el carro triunfal, l’àliga, personajes bíblicos, así como las autoridades y la banda de música, que llenaron de color las principales vías.

Uno de los momentos más emocionantes se produjo en la Fuente, donde Sant Miquel salió de una naranja colgada en el aire para pronunciar una poesía dirigida a la patrona, mientras los volantins realizaron sus volteretas.

Entre las autoridades que se dieron cita en Morella, junto al alcalde, Rhamsés Ripollés, se encontraban las conselleras Isabel Bonig y Lola Johnson; el subdelegado del Gobierno en Castellón, David Barelles; el presidente de la Diputación, Javier Moliner; y el exalcalde del municipio, Ximo Puig, entre otros muchos.