Alrededor de las 22.00 horas, los 12 Pelegrins y el guía entraron en les Useres, después de cumplir con su voto anual. Atrás quedaban los 70 kilómetros de camino, repletos de experiencias y vivencias personales. Una costumbre heredada de padres a hijos, de origen medieval, y que aspira a ser Patrimonio Mundial de la Unesco.

El acto del perdón, en la mañana de ayer, fue una de las celebraciones más significativas. Los penitentes abandonaron el santuario de Sant Joan para después entrar en la iglesia de Xodos. Tras parar en el Corral Roig y el Corral Blanc llegaron al municipio, envueltos en silencio y el leve tañido de las campanas. Este acto, junto con los de Catí y Portell de Morella, son las tres peregrinaciones medievales que perviven en la provincia de Castellón.