En enero de este mismo año, el alcalde de Nules, David García, lamentaba que una tramitación burocrática en Carreteras estuviera demorando el desbloqueo de la urbanización de uno de los polígonos industriales de referencia en la localidad, el de Vila Romana, junto a la N-340. Esta misma semana, casi cinco meses después de esta denuncia pública, ya han comenzado los trabajos por parte del agente urbanizador.

Así lo confirmó el mismo primer edil, quien informó de que «el PAI está aprobado y han empezado a arrancar naranjos», en las parcelas afectadas, para proceder a iniciar unas obras pendientes desde hace décadas. Y es que no ha sido hasta ahora cuando se ha dado salida a una parálisis burocrática que imposibilitaba la ampliación o reforma de las industrias allí instaladas --se trata de un polígono completamente colmatado--, pero con deficiencias relacionadas con la iluminación o la depuración de aguas residuales, objetivo por el cual se quiso retomar e impulsar este proyecto de manera definitiva.

Los propietarios de estos terrenos industriales crearon en el año 1992 una agrupación para normalizar una situación que se había consentido hasta ahora, pero que con el endurecimiento de las leyes en materia urbanística, estaba ocasionando problemas a quienes pretendían acometer alguna intervención, ya fuera una ampliación o la apertura de una nueva empresa. Como explican fuentes consultadas por Mediterráneo, en los años 70 y 80 se priorizó la instalación de industrias en un pueblo que dependía en exclusiva de la agricultura, y la consiguiente creación de mano de obra, principalmente en el sector azulejero. Quienes ocuparon estos terrenos en aquel momento, ante la falta de servicios por una urbanización mal ejecutada, invirtieron sus propios recursos para tener suministro de luz y alumbrado exterior o depuradoras.

Sin embargo, las carencias seguían siendo evidentes y en el año 2014, los interesados presentaron ante el Ministerio un proyecto de urbanización. A principios de este año, un portavoz de la agrupación explicó que «hasta el 2017 no recibimos respuesta». Esta consistió en plantear una serie de modificaciones de obligado cumplimiento. El agente urbanizador subsanó esos defectos y en agosto del 2018 «remitimos de nuevo la documentación».

AGILIDAD / En enero, David García ya mostró su incomprensión por tantos retrasos al afirmar que «deberían ser un poco más ágiles, porque estamos hablando de proyectos que suponen el crecimiento industrial y la creación de nuevos puestos de trabajo». El munícipe recordó, en aquel momento, que el escollo de Carreteras también lastró el impulso de la urbanización del polígono industrial entre Nules y la Vilavella.

Como reconocieron los propietarios del Vila Romana, ha sido este Ayuntamiento el que «de verdad ha impulsado el tema». Y aunque varios meses de espera después, la ejecución del proyecto empieza a fraguarse. El alcalde aseguró que ello «permitirá que se instalen más compañías».