Las calles de Burriana comienzan a advertir la cercanía de las Cruces de Mayo. Catalogada como fiesta de interés turístico provincial, las creaciones que la caracterizan se levantarán en el mismo emplazamiento en el que durante el mes de marzo se plantan las fallas. El ajetreo de estos días en los casals josefinos es intenso, ya que se vienen elaborando todos los elementos decorativos que contribuirán a ensalzar el monumento. Pero desde ayer esa actividad se vive también en la calle, con el corte de algunos viales para comenzar la construcción de las balsas de agua, parte fundamental de muchos jardines que contribuye a dirigir la mirada hacia la auténtica protagonista de la creación, la cruz de mayo.

Una actividad que explica la concejala de Fiestas y presidenta de Junta Local Fallera, Lluïsa Monferrer: «Desde hace unas jornadas se detecta movimiento aunque hasta este martes no se ha podido ver la actividad en la vía pública». Además, recuerda «la laboriosa dedicación de muchos falleros para continuar con una tradición como esta, que nos identifica como pueblo y que tiene una importancia especial para todos los burrianenses».

Las comisiones de La Vila, el Barri València, L’Escorredor y Quarts de Calatrava fueron las primeras en ocupar los viales y comenzar a instalar los ladrillos que empiezan a dar una idea del resultado final de la obra. En otros emplazamientos, como por ejemplo el de la falla La Ravalera, no se cortó el eje, pero sí que se aprovechó la jornada festiva para dibujar con tiza sobre los adoquines de la calzada la distribución de los elementos decorativos.

El viernes tendrá lugar la tradicional nit de la plantà y el sábado ya se podrán contemplar los monumentos desde primera hora del día, desde las 8.00.