La propuesta del Ayuntamiento de la Vall d’Uixó de crear Entidades de Gestión y Modernización (EGM) en los polígonos industriales de la ciudad ha calado entre un buen número de empresarios, que ya han manifestado su predisposición a dar respaldo a la iniciativa, que supondría la agrupación, por primera vez, de quienes desarrollan su actividad en las áreas de Belcaire y Mezquita.

Ese es el posicionamiento que defiende, por ejemplo, el gerente de una de las multinacionales ubicadas en la Vall, y un referente del desarrollo industrial local, Blumaq. Vicente Ballester afirma que «cualquier iniciativa que aporte valor al municipio y genere puestos de trabajo, no solamente debe ser bien recibida, sino que debe ser apoyada y promocionada».

Una opinión similar es la del gerente de Recosan, que además incide en que la unión de los empresarios facilita tener una visión de conjunto de los requerimientos de los parques industriales. «Hasta ahora, cada problema que surge lo vamos solucionando cada uno, sin pensar que puede ser una necesidad común para todos», asegura, como sería el caso de la recogida de residuos, del mantenimiento de las aceras, pero también a la hora de realizar campañas de promoción «o el desarrollo de ideas conjuntas, que nos beneficien de un modo u otro a todos».

En otra de las multinacionales con sede en la Vall, en este caso dedicada a la cerámica, reconocen que hasta el momento su relación directa con el Ayuntamiento es eficiente y satisface sus necesidades, pero una asociación podría ser positiva en cuestiones como compartir gastos como el que requeriría la instalación y puesta en marcha de cámaras y un servicio de vigilancia.

Existe una visión más global, como la que expone Ballester, que es la misma que tiene el Ayuntamiento desde que planteó crear las EGM y firmó el convenio con Fepeval, y es que «hay que atraer inversión, las necesidades de parcelas pequeñas para pymes están cubiertas, porque ambos polígonos tienen terreno sin construir y empresas cerradas», pero cosa distinta es que lleguen grandes inversiones. «Este municipio necesita un gran centro de distribución, aprovechando el cambio de modelo comercial y la situación estratégica de la Vall, que debería ser aprovechado por los grandes de la logística o de la distribución. En mi opinión, en ese objetivo se debería plantear cualquier iniciativa de ampliación», concluye.

EL PUENTE INDUSTRIAL, UN OBJETIVO COMÚN

Si en algo coinciden sin matices todos los empresarios consultados es en la necesidad de mejorar las infraestructuras para facilitar la ampliación de suelo industrial, y todos saben que eso pasa por la construcción de un puente que una el Belcaire y la Mezquita.

El gerente de Recosan define como la primera necesidad en estos momentos salvar el obstáculo geográfico que supone en la actualidad el barranco que parte las dos áreas empresariales. «Construir el puente daría doble fuerza a los dos polígonos, cualquier inversor lo vería como una mejora».

Con igual claridad se manifiesta al respecto el gerente de Blumaq, quien incide en que «ese puente debería haberse construido hace mucho tiempo». Y aunque asegura tener dudas «sobre quién debe asumir los costes», que no se haya ejecutado todavía «es un lastre para el progreso de cualquier proyecto empresarial», afirma.