El restaurador Francesc Chiva prosigue con las labores de recuperación del interior de la ermita de Santa Quitèria de Almassora tras pintar las paredes, columnas, capiteles, frisos y cubierta del interior del templo. La tarea, tal y como explica Chiva, no ha sido fácil, ya que las intervenciones que se habían realizado han complicado la obtención de información a través de las catas en las paredes, por lo que los expertos se han apoyado en fotografías para asegurar sus conclusiones.

La solución adoptada ha supuesto la recuperación de la policromía barroca original, en la que destaca el uso del color dorado en friso y capiteles, junto con tonalidades rosadas y ocres. En la parte superior de las columnas, llama la atención las figuras de unos ángeles que el experto ha situado en el mismo lugar en el que se encontraban antiguamente, como atestiguan las imágenes que se han utilizado como referencia, tras recibir el visto bueno del Ayuntamiento de Almassora y la Conselleria de Patrimonio.

La investigación realizada por Chiva le ha llevado a pintar una grafías con formas vegetales sobre el friso y a decorar en los mismos tonos que el resto del espacio el marco de la ventana frontal del edificio, unos ornamentos que tenía originalmente la estructura y que las sucesivas obras y restauraciones acabaron eliminando. Paralelamente, la Concejalía de Patrimonio le ha encargado un templete sobre el que se ubicará la figura de santa y que será de madera y escayola.

La edila delegada del área, Amaya Gómez, asegura que «el cambio es más que notable si se compara con la imagen que ofrecía hasta el momento».