Eslida volvió a ser escenario en la jornada de ayer de su Mostra de Productes Artesanals d’Eslida i de la Serra d’Espadà. Se trata de la 23ª edición de un evento que, como ya es habitual, cumplió con creces las expectativas marcadas por el Ayuntamiento, ya que fueron cientos los vecinos del municipio y de otras localidades de la comarca de la Plana Baixa, los que giraron visita estival obligada a los 30 puestos que se instalaron en las calles de la población.

Este evento turístico, que desde hace unos años viene impulsando el consistorio, es una cita obligada para los propios expositores y para los turistas interesados en conocer esta muestra artesanal, que expone los más variados productos elaborados siguiendo los cánones tradicionales. A las paradas de venta y de demostración de manualidades se sumaron ayer también las instaladas por diversas asociaciones sociales y culturales del municipio.

INAUGURACIÓN // El alcalde de Eslida, Rafael Sorribes, junto a miembros de la corporación municipal y el diputado provincial, Mario García, inauguraron la feria, acompañados por la música popular de dolçainers y tabalaters.

Asimismo, el alfarero venido desde Ribesalbes fue uno de los protagonistas del evento, ya que estuvo elaborando todo tipo de enseres de barro, que fue regalando a los asistentes a lo largo de toda la jornada dominical. Al igual que la espartera, una mujer de la localidad, que también estuvo buena parte del día trabajando con sus manos el esparto, al que fue dando forma con suma habilidad para elaborar capazos y otros complementos.

La concejala de Fiestas, Silvia Sorribes, explicó que, para la localidad, «esta muestra sigue siendo el buque insignia de su turismo, porque si bien es mucho el esfuerzo que año tras año se hace desde la organización para poder mantener la iniciativa, también es un aliciente más para todas las personas que están pasando sus días de vacaciones aquí».