Una espectacular tormenta con granizo sorprendió ayer en distintos puntos del norte de la provincia de Castellón. Entre las localidades más afectadas estuvieron Vallibona, Xert y la zona del santuario de Vallivana, en el término municipal de Morella.

La granizada se registró sobre las 16.30 horas y se concentró en muy pocos minutos, dejando espesores de más de cinco centímetros. En la carretera N-232, entre Sant Mateu y la capital de Els Ports, muchos vehículos detuvieron su circulación por la virulencia del episodio meteorológico y la peligrosidad del momento.

Afortunadamente, el diámetro de la piedra fue pequeño y lo más destacado fue el hecho de que el granizo tiñó de blanco los puntos en los que hizo presencia, como si se tratara de una nevada. Incluso las máquinas quitanieves del servicio de Conservación de Carreteras del Estado tuvieron que intervenir para limpiar la N-232.

Las precipitaciones dejaron, según la Aemet, 83,6 litros por metro cuadrado en Catí, 23,4 en Xert o 23,4 litros en Cervera, en un corto intervalo de tiempo.