Algunas costumbres despiertan una expectación que va más allá de la simple curiosidad, se convierten en una tradición, en una cita ineludible año tras año, como es el caso de la marcà organizada en el complejo La Espuela de l’Alcora, donde ayer se dio cita una importante representación de numerosos colectivos y aficionados de la provincia vinculados con la fiesta popular de los bous al carrer.

Entre los asistentes al espectáculo --porque así lo consideran quienes acuden cada año a la convocatoria-- hubo concejales, comisiones de fiestas, empresarios, aficionados y representantes de asociaciones y peñas taurinas. Todos presenciaron el marcado de 35 añojos --becerros de un año, 15 hembras y 20 machos-- a la antigua usanza, en un combate cuerpo a cuerpo entre los marcadores y los animales, una exhibición de fuerza y habilidad a partes iguales, todo bajo la atenta mirada de un veterinario y la supervisión de la Policía Autonómica, que veló por el cumplimiento de la legislación.

El director de La Espuela, Juan Manuel Vicent Moliner, recordó que la marcà viene realizándose en estas instalaciones desde el año 2004, en una ganadería donde se venden toros cerriles desde el año 2010, siendo lugar de paso para algunos ejemplares de hierros relevantes exhibidos en municipios de la zona. Desde l’Alcora, ha logrado hacerse un nombre en ferias importantes donde han ganado diversos premios como el de la Semana Taurina de Puçol, en Gàtova, Alcanar, Onda, el Grau de Castelló o els Rosildos. Uno de sus ejemplares, adquirido por la peña Taleguillo, logró el premio de la Asociación Taurina El Trapío.

Fiesta y reivindicación

En la cita de ayer estuvo Román Fabregat, presidente de la Agrupación Taurina de l’Alcora (ATA), quien aprovechó la ocasión para ser reivindicativo. Esta entidad, que integra a 15 peñas patrocinadoras de toros en la capital de l’Alcalatén, manifestó que es imprescindible que el mundo del bou al carrer esté «más unido que nunca para lograr que esta tradición evolucione y no sea prohibida», porque de estos festejos «dependen muchas familias y empresas, no solo las ganaderías sino también mataderos, carnicerías, transporte, ambulancias, seguros o medios de comunicación».