El Rototom Sunsplash cuenta ya las horas para el arranque de su 24ª edición, que se celebra del 12 al 19 de agosto en el recinto de festivales de Benicàssim. Se trata de uno de los eventos del reggae más reconocidos de todo el mundo, y cada vez más consolidado. Conocido también como el festival que no duerme, y bajo el lema este año de Celebrating África, llega con 14 áreas extramusicales y 19 horas diarias de actividades.

--A menos de una semana para el inicio, ¿cómo va la preventa?

--Este proceso nos demuestra que la audiencia es cada vez más fiel, y compran sin saber el cartel artístico. La gente no viene por las bandas del main stage, sino por el conjunto de la propuesta que hacemos, que fusiona música y cultura con actividades para las familias y los niños. Va muy bien, más o menos los números del año pasado en ventas.

--¿Cambian las procedencias?

--Sí, hemos notado este año que la preventa ha subido de países como Inglaterra, Francia y otros del norte de Europa, que disfrutan de estas vacaciones. Y también de Estados Unidos, que empiezan a venir bastante. Además, vendrán muchos periodistas y especialistas de las redes sociales de allí y dará resultados muy importantes para el año que viene.

--¿Hay cambios en el recinto?

--El más importante es que damos más fuerza al African Village. Será el punto central del festival, ya que la edición de este año está dedicada a este continente. Por tanto, se desarrollarán muchas más actividades, como cocina, un nuevo espacio denominado La casa de la palabra y un escenario más serio, con bandas más importantes. Se va a hablar de África en positivo. En referencia a la zona de restauración siempre cambiamos para mejorar la calidad.

--¿Y en cuanto a escenarios?

--Serán los mismos, aunque uno cambia de nombre. El Showcase, este año se llama Lion Stage. Antes estaba más enfocado a artistas emergentes, y subiremos el nivel, con bandas muy famosas de Jamaica, Francia e Inglaterra. También habrá tres clubs. Uno, dedicado al ska, otro al roots, y uno más comercial para aquellos que se están acercando al reggae, con actuaciones sorpresa.

--¿Se aplicarán nuevas medidas para tratar de reducir el ruido y las molestias para los vecinos?

--Estamos especialmente atentos a no molestar al pueblo en este aspecto. Hemos adelantado el cierre de las actuaciones musicales en media hora, a las 6.30 en lugar de las 7.00 horas. Las áreas más ruidosas terminarán a las 5.30. Y en la zona del Dub, que cuenta con un sonido más potente, hemos montado una pared enorme con paneles fonoabsorbentes, que cortan muchísimo los decibelios. Vamos a comenzar tres días antes del festival para hacer pruebas de sonido, e ir detectando en puntos del municipio cuál será el volumen máximo que se podrá utilizar. Este 2017 se va a reducir el impacto acústico.

--¿El aforo se mantiene?

--Sí, en 20.000 personas en el mismo momento. Creemos que es una buena cifra para evitar aglomeraciones, que siempre es algo que nos ha preocupado. El año pasado cerramos la puerta con el concierto de Manu Chao, ya que todavía cabía gente y podríamos haber llegado a las 50.000 personas, pero cuando pasa de los 20.000 nos damos cuenta que no es bueno para nuestro público, que prefiere tener su espacio vital y, sobre todo, por los niños y las familias, para que no sufran empujones por la multitud. Si queremos tener más gente tendríamos que disponer de un lugar más grande. Nos importa más la calidad que la cantidad.

--¿Qué previsión de público tienen para cada uno de los días?

--Esperamos entre 25.000 y 30.000 personas como máximo al día, porque la gente entra y sale, aunque el aforo sea de 20.000. Muchos lo disfrutan solo de día, y hay mucho movimiento de gente. Creemos que 25.000 es la cantidad ideal para nosotros, ya que también hay que tener en cuenta los más de 2.000 trabajadores que tenemos en el recinto durante esos días. Así, todo el mundo está a gusto. Cuando se supera esto, nos preocupamos un poco. La actuación del artista jamaicano Shaggy es una de las más esperadas, pero cada día hay algo gordo. Shaggy, además, ha hecho una promoción brutal de la provincia de Castellón con un vídeo grabado en Orpesa y el Rototom de Benicàssim, que tiene ya 160 millones de visitas en Youtube.

--Es un festival especialmente concienciado con el medio ambiente. ¿Qué novedades se van a incorporar en esta ocasión?

--Estamos montando casetas que potabilizan el agua, lo que ayudará a vender menos botellas de plástico y a bajar el precio del agua. Un vaso costará este año 50 céntimos. Las botellas se pagarán más caras para promover la reducción del impacto ambiental. Antes costaban 1,5 euros y este año, a dos euros, para incentivar el consumo de los vasos, que son reciclados. Si cada cliente usa solo uno y se lo lleva a casa significa que habremos reducido mucho el impacto del festival.

--En el plano musical, ¿cuáles son los platos fuertes?

--Es una edición muy rica. No tenemos un cabeza de cartel tan importante que deje en la sombra el resto de las propuestas. Tenemos un programa muy completo, con muchísimos veteranos que han hecho historia del reggae, en su especialidad. Por ejemplo, Specials o The Wailers, la banda original con la que tocaba Bob Marley. Nunca habían actuado en el Rototom y es la primera vez que todos los componentes se juntan. Hasta ahora se habían creado varias bandas con uno o dos miembros, pero en esta ocasión son todos los antiguos de la banda tocando juntos. Cada día contamos con una leyenda, y los jóvenes que tienen éxito actualmente. Ky-Mani Marley ofrecerá un espectáculo inédito junto a Gentleman. También apostamos por bandas como La Pegatina y Amparanoia, con un proyecto especial el último día, con colaboraciones sorpresa.

--¿Cómo es vuestra relación con los demás festivales?

--Colaboramos con todos. Los vemos más como a unos colegas, no como competencia. Todos estamos en el mismo barco, intentando convencer a la gente de ir a escuchar conciertos.

--¿Ha mejorado con el FIB, con Melvin Benn como director?

--Muchísimo, aunque todavía no tenemos la colaboración que nos gustaría, porque están en Inglaterra y dirigen otros festivales. Pero ahora nos consultan las cuestiones, sobre todo en la parte logística, y más teniendo en cuenta que compartimos espacio.

--¿Veis futuro en Benicàssim?

--Sí. Estamos bien aquí, si seguimos con esta política, de intentar crear enlace con el pueblo y no molestar a nadie, creo que tenemos el futuro garantizado.

--¿Las fechas se mantendrán?

--Hasta que no se traslade el FIB no podemos cambiarnos de fecha. A finales de agosto no podemos celebrarlo, porque es incompatible con buena parte de nuestro público. Lo ideal sería ajustarnos los dos en julio, pero tendría que querer el FIB.