El Ayuntamiento de Burriana, en conversaciones con los actuales gestores de los chiringuitos de la playa del Arenal, ha comenzado a estudiar un posible cambio de ubicación de estas infraestructuras de ocio veraniego, cara al 2018 y a los años siguientes.

La medida afectaría, única y exclusivamente, a las instalaciones que se montan a día de hoy antes de llegar al paseo marítimo. El principal objetivo de la medida será que estén asentadas solo sobre el terreno municipal.

De este modo, aunque los merenderos seguirían utilizando la zona de servidumbre, ya no entrarían en parcelas de dominio público marítimo-terrestre y no tendrían, por lo tanto, que ceñirse a unas directrices tan restrictivas como las que este ejercicio, por ejemplo, impiden colocar una barra en área de Costas.

El edil de Actividades, Urbanismo y Medio Ambiente, Bruno Arnandis, apunta que «la línea divisoria pasa por en medio de los chiringuitos». «Con un retroceso de las instalaciones conseguiríamos que se asentaran únicamente sobre suelo municipal y la tramitación sería más sencilla».

INCONVENIENTES

Uno de los principales inconvenientes de este traslado unos metros, hacia la carretera que une el puerto y el Grao, es que habría que mover los actuales paneles acústicos con bases de unos 6.000 kilos de peso cada uno. Una operación que supondría una inversión de entre 30.000 y 40.000 euros.

La concesión que realizó el Ayuntamiento en el ejercicio 2012 finaliza este verano y el próximo invierno se tendrán que volver a licitar los puestos. Un hecho que favorecerá realizar los cambios para aliviar a los chiringuitos y dotarlos de mayor seguridad en su continuidad.