El invierno suave que vive la provincia de Castellón causa una creciente preocupación en numerosos vecinos de Alcalà de Xivert y Peñíscola, debido a la presencia anormalmente elevada de la procesionaria en los bosques.

El parque natural de la Serra d’Irta se está viendo especialmente afectado, por lo que desde los dos ayuntamientos se ha pedido la intervención de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. El consistorio xivertense presentó un escrito el 16 de febrero en el que se reclamaban “medidas urgentes para evitar la propagación de la plaga”. Ante la falta de respuestas, el siguiente paso será la petición de una reunión urgente con responsables autonómicos y de la junta rectora del parque.

El alcalde de la localidad, Francisco Juan Mars, defiende que “para luchar contra esta oruga con efectividad, es necesario que todas las instituciones vayan juntas”. “Y en el caso de la Serra d’Irta exigimos que se actúe de forma urgente para evitar que esta plaga afecte al parque natural”, añade.

DESIDIA // En el caso de Peñíscola, su alcalde también reclama medidas. Andrés Martínez afirma que “la desidia de la Generalitat no solo pone en grave riesgo al parque natural, sino a las poblaciones colindantes”. Y es que el contacto directo con esta oruga puede provocar dermatitis, lesiones oculares o reacciones alérgicas. Desde este consistorio también mandaron una carta al Consell y han anunciado que retirarán los bolsones donde se guarece la procesionaria en la zona de Font Nova, la más cercana al parque, donde ya ha llegado. También Alcalà está actuando en los pinos urbanos.

La ciudadanía se ha organizado y 700 personas han firmado en la web Change.org para pedir acciones contra la procesionaria.

Por su parte, desde Conselleria sí que han contestado al PSPV de Alcalà y, según el edil Adrià Barcelón, se muestran cautos ante la posibilidad de intervenir de forma masiva, pues los tratamientos son costosos y no siempre efectivos. H