La Junta Local Fallera de la Vall d’Uixó se encuentra en pleno proceso de democratización. Tras más de 20 años, la presidencia del ente dejará de depender de la Concejalía de Fiestas. Mañana termina el plazo para inscribir las candidaturas. Solo dos días más tarde, el martes, el presidente de cada asociación podrá ejercer su voto entre las diferentes propuestas presentadas a los comicios.

El primer paso para lograr la transformación llegó con la aprobación, por consenso, de los nuevos estatutos que ya rigen el funcionamiento de las celebraciones. Las bases de las elecciones fijan que cada equipo debe seleccionar a al menos un integrante de cada agrupación josefina y a un máximo de dos. La novedad es que la paridad de género no es un requisito obligatorio, aunque se tendrá en cuenta por parte de los miembros de cada una de las comisiones de la localidad.

El delegado de Junta Local, José Luis Egea, destaca que, con esta iniciativa, pretenden «reorientar la fiesta». De esta forma, el Ayuntamiento dejará de ser el responsable de nombrar al presidente de la JLF y serán los falleros quienes decidirán su representación. La medida se lleva a cabo «porque estaba en el programa electoral y es un compromiso con los vecinos», remarca el edil. Según Egea, la sucesión ahora en marcha «resulta costosa», pero la intentan hacer «de la mejor manera».

El último paso llegará a principios de la próxima semana, al conocer al nuevo representante.

Otra novedad del 2019 será la incorporación de la Falla Guitarrista Tárrega, que plantará monumento en el polideportivo.