Las fallas de los centros sociales de Benicarló ardieron ayer en medio de una gran expectación. La más madrugadora fue la de la residencia El Collet, que quemó su monumento en presencia de la alcaldesa de la ciudad, Xaro Miralles; el concejal de Fiestas y Fallas, Ilde Añó; y la presidenta del organismo local de centros sociales (Oacse), Filo Agut; junto a alcaldes y ediles de poblaciones que cuentan con usuarios, como Vinaròs, Cálig, Peñíscola, Alcalà de Xivert o Santa Magdalena, dado que se trata de un servicio comarcal.

Relevante fue la presencia de las falleras mayores de la ciudad, Clara Esteller y Claudia Verge, acompañadas de sus cortes de honor y del presidente de la Junta Local Fallera, Fede Guimerá. Tampoco faltaron concejales, trabajadores y familiares de los usuarios. El director del centro, Jordi Lores, y la primera edila destacaron el papel de estas actividades para fortalecer la convivencia entre los usuarios, ya que ayudan a abrir este servicio a la ciudad. La Junta Local y las máximas representantes falleras entregaron un banderín a la residencia en agradecimiento al esfuerzo y participación en estos eventos.

CENTRO OCUPACIONAL / Acto seguido, los asistentes se dirigieron al centro ocupacional El Maestrat. En la explanada del aparcamiento se levantó y quemó la falla en la que, desde hace meses, llevaban trabajando, y que este año se había inspirado en el comercio electrónico, con una réplica del edificio central de Amazon, desde una óptica peculiar. Previamente, las falleras fueron obsequiadas con un detalle confeccionado artesanalmente por los usuarios, que fue correspondido por la entrega del banderín correspondiente. En ambos casos, formar parte de la agenda josefina tiene una importancia terapéutica para el desarrollo psicomotriz de los residentes.