Con poco más de 40 años y tras casi un mes ingresada en estado muy grave, la vecina de Nules que tuvo que ser hospitalizada por un caso de neumonía por legionela en el pasado mes de octubre, falleció como consecuencia del impacto que causó en su organismo esta enfermedad.

Su caso salió a la luz hace poco más de un mes, cuando se tuvo conocimiento de que tres mujeres de la localidad habían resultado contagiadas. Dos de ellas recibieron el alta al poco tiempo, aunque, como pudo saber Mediterráneo, podrían seguir con un tratamiento específico de control. Pero la fallecida respondió peor a las consecuencias de la infección y, tras su ingreso inicial en un centro hospitalario de la provincia, consideraron indispensable su traslado al de la Fe de València, por su especialización en tratamientos intensivos.

Han sido semanas muy largas y duras para la familia, en las que llegó a haber algún síntoma de recuperación, pero que acabaron desencadenando un coma del que ya no se restableció, a pesar de los esfuerzos del equipo médico que ha estado atendiéndola durante todo este tiempo.

Conducciones de agua de una nave

El departamento de Sanidad confirmó que el citado contagio se produjo en una conocida empresa citrícola del municipio, en concreto, en las conducciones de agua de la nave, lo que motivó el inicio de una investigación cuyas conclusiones no han trascendido. Se trataba de discernir las condiciones en las que se había producido el contagio, así como el origen.

Desde el área de Epidemiología de la Conselleria se avanzó, hace un mes, que las instalaciones dan uso a un pozo cuya potabilización podría no haberse realizado de forma correcta.

La empresa paralizó su producción durante una jornada, mientras los técnicos de Salud Pública, en cumplimiento del protocolo establecido en estos casos, realizaban una inspección y aplicaban la hipercloración. Después de comprobar la ausencia de riesgo para los trabajadores, se retomó la actividad, en pleno inicio de la campaña citrícola.

Otra muerte el año pasado en Vila-real

En cuestión de año y medio la provincia de Castellón ha registrado dos casos de muerte por legionela, el ahora relatado y el que se produjo en agosto del 2018, cuando Sanidad también confirmó la detección de tres casos en Vila-real en un breve lapso de tiempo, con un desenlace idéntico para una de esas tres personas. En aquel momento, se consideró el fallecimiento como «un caso aislado», para tranquilizar a la población. De hecho, llegó a descartarse que su contagio se hubiera producido en la provincia.

La legionelosis, como explican los expertos, es una enfermedad de origen ambiental que puede evidenciarse a través de una infección pulmonar --los casos más graves-- o por un episodio de fiebre aguda, que sería el pronóstico más leve. Se contagia a través de las vías respiratorias por bacterias presentes en el agua.