El alcalde de l’Alcora intenta sobrellevar la crisis sanitaria con la mayor normalidad posible. Acérrimo defensor del trabajo a pie de calle, el socialista Samuel Falomir ha tenido que adaptarse estos días al confinamiento y recurrir al teléfono y las videoconferencias para mantener el contacto directo con los vecinos.

--¿Qué medidas han tomado desde el inicio de esta situación?

--Antes de decretarse el estado de alarma, acordamos poner en marcha importantes medidas preventivas mediante decreto de alcaldía, las cuales hemos ido implementando. Entre otras, el anulamiento de todos los actos programados --incluidos los de Semana Santa y Pascua--, la suspensión de la atención presencial en el ayuntamiento y el cierre de todas las instalaciones municipales, centros de mayores o unidad de respiro. Además, el consistorio ha cerrado los parques, ha precintado las fuentes o ha puesto en marcha labores intensivas de desinfección en las calles.

--¿Prevén acciones más estrictas si la situación empeora?

--Si observamos que es necesario adoptar nuevas medidas y más restrictivas para preservar la salud de los vecinos, se adoptarán, sin duda. Una medida que desde el gobierno de l’Alcora pensamos que hay que poner en marcha es ordenar el cese de toda actividad que no sea de primera necesidad. Está claro que no es competencia de los consistorios, pero le hemos trasladado la petición al Ejecutivo central. Son muchos los vecinos que, cada día, me trasladan su angustia por este motivo, por el hecho de que las fábricas sigan abiertas. De qué sirve que una familia esté encerrada en casa en cuarentena si uno o varios de sus miembros tienen que ir a trabajar, con el riesgo que eso implica. Hablo de sectores que ahora no son de primera necesidad. Soy muy consciente de que el trabajo es muy importante, pero, por encima de todo, está la salud.

--¿Cree que están cumpliendo los vecinos?

--La gran mayoría de los alcorinos está teniendo un comportamiento ejemplar, la verdad es que sí. Es cierto que se han puesto algunas multas, pero, en general, la ciudadanía está dando ejemplo, cumpliendo con las medidas establecidas y haciendo gala de solidaridad e ingenio, con iniciativas muy bonitas para animarnos.

--¿Cómo va a ayudar el Ayuntamiento a paliar el impacto económico que supone el virus?

--Estamos estudiando todas las posibilidades junto con la Agencia de Empleo y Desarrollo Local y en coordinación con otras administraciones, principalmente con la Diputación y también en base a las medidas adoptadas por la Generalitat y el Gobierno. Antes de lanzarnos a anunciar medidas, creo que es necesario, y en eso estamos, estudiar muy bien todas las alternativas, determinar cuáles son las mejores opciones con los recursos disponibles y desde nuestras competencias y, como decía, es fundamental hacerlo de forma coordinada con otras instituciones. Pero que no le quepa duda a nadie que vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para favorecer la economía local y ayudar a los que peor lo están pasando con esta crisis sanitaria: autónomos, pymes, comercios o la hostelería.

--¿Qué actos le sabe peor que hayan tenido que suspenderse?

--Todos ellos tienen detrás mucha preparación e ilusión, pero especialmente ha sido dolorosa la cancelación de la Rompida de la Hora, la Fiesta del Rollo y todos los actos de la Pascua Taurina y San Vicente. Seguro que algunos de ellos se podrán reubicar en otras fechas. Precisamente, una de las cosas en las que estamos trabajando es en la elaboración de un calendario de actos para dinamizar l’Alcora al máximo cuando todo esto pase.

--¿Están actuando bien el Gobierno central y autonómico?

--Creo que, en general, se está realizando una buena gestión. Claro que hay cosas a mejorar, pero hemos de ser conscientes de la enorme dificultad que entraña el escenario al que nos estamos enfrentando. Pienso que ahora es momento de arrimar el hombro, trabajar conjuntamente y hacer todo lo posible desde nuestras respectivas competencias para acabar cuanto antes con el enemigo común: el covid-19. H